Ideas preliminares
Contaba William
Stukeley (amigo y biógrafo de Newton) que fue la observación de la caída de una
manzana, aunque no precisamente en la cabeza de Newton, como cuenta la leyenda,
lo que llevó a este último a la noción de gravitación (y después a la deducción
de la famosa Ley de gravitación universal) .
Pensemos por un
momento en todas las cosas que podrían haber ocurrido al observar Newton la
caída de la manzana; por ejemplo, podría haber analizado su composición
química, o haber diseñado un método para calcular su volumen, o haber pensado
en aplicar el principio de funcionamiento del telescopio de reflexión para
inventar un microscopio que permitiera ver cómo y de qué estaba formada la
manzana, o podría recordar la razón histórica por la cual aquel huerto estaba
cubierto de manzanos y no de nogales o, por qué las manzanas siempre maduraban
en esa época del año y no en otra, o en el bien que significaba aquel huerto
para la sociedad, etcétera.
Lo anterior nos
evidencia el hecho de que el análisis de una observación puede hacerse desde
distintos puntos de vista y que, como en el caso de Newton el tipo de enfoque
que nos interesa hacer de esa observación es lo que define el tipo de análisis
que hay que emplear.
El análisis de una observación depende del tipo de conocimiento que se desee obtener
Por ejemplo: si
vamos a estudiar las causas de la Revolución Francesa ,
no lo haremos investigando el tipo de reacciones químicas que ocurrieron en el
cuerpo de cada uno de esos revolucionarios, ni tampoco estudiando la
constitución psíquica y biológica de cada uno de los individuos que participó
en ésta, pues, además de que sería imposible, resultaría infructuoso.
Trataríamos de
enfocar dicho estudio hacia las causas políticas, sociales, económicas y
geográficas que prevalecían en Francia poco antes de que estallara su
revolución.
Este tipo de enfoque
nos está indicando que el análisis que hay que emplear es de carácter
histórico.
Si deseamos
demostrar que:
A + B + C = C + B +
A no haremos un estudio de carácter biológico o psicológico de la persona que
nos afirma tal cosa; haremos una demostración basada en las leyes de las
matemáticas (en este caso, la ley que aplicaríamos sería la conmutatividad de
la suma).
Si, en cambio,
deseamos saber por qué el siguiente razonamiento es erróneo:
Todos los animales
acuáticos son peces
Los ostiones y los
cangrejos son animales acuáticos
Luego entonces los
ostiones y los cangrejos son peces
.
El
análisis lo haremos desde el punto de vista de la lógica; puesto que lo que nos
interesa es la estructura del razonamiento, y no el razonamiento en sí (y
obtendremos, como resultado de dicho análisis, que la conclusión es errónea,
debido a que se parte de una premisa que es falsa: todos los animales acuáticos
son peces).
Si
deseamos saber todas las características que tiene una estrella de color rojo
en algún lugar del universo, primero analizaremos los datos obtenidos en base a
la observación y, después, les aplicaremos la física teórica de que disponemos.
Los
ejemplos anteriores nos muestran:
- Existen ciencias que se encargan de estudiar las ideas (ya sea la estructura de los razonamientos, o que, en sí, trabajan con ideas), razón por la cual son llamadas ciencias formales; por ejemplo, las matemáticas y la lógica.
- Existen ciencias que se encargan de estudiar los hechos, por lo cual reciben la caracterización de ciencias factuales; por ejemplo, historia, biología, psicología, física, etcétera,
Las ciencias factuales pueden ser: naturales o sociales
- De los ejemplos anteriores se desprende que dentro de las ciencias factuales, se encuentran ciencias que van a responder las preguntas que el hombre se plantea respecto del medio natural que lo rodea (aquellas que se encargan de analizar los fenómenos naturales) llamadas por esto ciencias naturales
.A este tipo pertenecen, por ejemplo, la física, química, biología, etcétera.
Además, están las ciencias factuales que tratan al hombre en conjunto; es decir, junto con el medio social (colectividad) en que éste se desenvuelve: historia, sociología, economía, ciencias políticas, etcétera, llamadas por esta razón, ciencias sociales
Además, están las ciencias factuales que tratan al hombre en conjunto; es decir, junto con el medio social (colectividad) en que éste se desenvuelve: historia, sociología, economía, ciencias políticas, etcétera, llamadas por esta razón, ciencias sociales
(humanas o culturales).
Podemos
concluir, finalmente, que el hombre como ente inquisitivo del medio que lo
rodea, crea las distintas áreas del conocimiento científico, para que,
siguiendo un determinado proceso (método científico), obtenga respuesta a los
distintos tipos de preguntas que se hace.
Todo
lo expuesto puede resumirse en el siguiente esquema.
Es necesario aclarar
que esta clasificación no es la única posible, pues clasificar las ciencias no
es nada trivial (y en esto hay muchos filósofos que todavía no se ponen de
acuerdo), ya que algunas de ellas están tan íntimamente relacionadas que sus
áreas de acción no quedan bien delimitadas por una clasificación, y menos en
una clasificación tan breve como la hecha en esta secuencia.
Por estas razones,
se recomienda al alumno (en caso de no estar de acuerdo), reordenarlas y
agregar las ciencias que a su juicio falten, hasta encontrar la clasificación
que más le satisfaga; además, ahora que las ciencias empiezan a resolver
problemas afines (para lo cual se han creado ramas híbridas como biofísica,
bioquímica, farmacobiología, física-matemática, etcétera), la clasificación se
convierte en algo tedioso y sin trascendencia.
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